sábado, 27 de noviembre de 2010

Nietzsche para estresados


Indiferencia, esa es la palabra.
Los humanos solemos tender a pensar más de la cuenta. A eso, o a no pensar nada. ¿Término medio? Cero. Cero patatero.
Todos los días nos levantamos esperando a que ocurra algo que no sabemos si va a llegar, o, quién sabe, deseando que termine algo que no tiene por qué acabar. Quejas inútiles y estúpidas que no sirven para nada.
A lo mejor os estáis preguntando si yo tengo en cuenta todo eso que he dicho ahí arriba, si yo tengo un término medio o si no me quejo de nada. La respuesta a vuestra pregunta imaginaria es no. Hago todas y cada una de las cosas que he dicho ahí arriba. Sin excepción alguna. Absolutamente todas.
Puede que estés acostumbrado a dejarte llevar, a que todo vaya sobre ruedas vaya. Go straight on and so on. Dicen que es lo mejor que se puede hacer cuando no sabes qué hacer. Dejarse llevar. Es posible que sea una buena idea. Hmmmm, de-ja-r-se lle-va-r ... pues a mí no me gusta. ¿Coherencia? Algún día tal vez, pero hoy... hoy no.

.. o quizás no sea la mejor. No, definitivamente creo que no.