sábado, 27 de noviembre de 2010

Nietzsche para estresados


Indiferencia, esa es la palabra.
Los humanos solemos tender a pensar más de la cuenta. A eso, o a no pensar nada. ¿Término medio? Cero. Cero patatero.
Todos los días nos levantamos esperando a que ocurra algo que no sabemos si va a llegar, o, quién sabe, deseando que termine algo que no tiene por qué acabar. Quejas inútiles y estúpidas que no sirven para nada.
A lo mejor os estáis preguntando si yo tengo en cuenta todo eso que he dicho ahí arriba, si yo tengo un término medio o si no me quejo de nada. La respuesta a vuestra pregunta imaginaria es no. Hago todas y cada una de las cosas que he dicho ahí arriba. Sin excepción alguna. Absolutamente todas.
Puede que estés acostumbrado a dejarte llevar, a que todo vaya sobre ruedas vaya. Go straight on and so on. Dicen que es lo mejor que se puede hacer cuando no sabes qué hacer. Dejarse llevar. Es posible que sea una buena idea. Hmmmm, de-ja-r-se lle-va-r ... pues a mí no me gusta. ¿Coherencia? Algún día tal vez, pero hoy... hoy no.

.. o quizás no sea la mejor. No, definitivamente creo que no.



sábado, 25 de septiembre de 2010

thenevertold


Cuando todo pierde su sentido es muy difícil encontrar el camino a casa. Caminas, despacio, observando cada minucioso detalle que encuentras mientras andas por si encuentras una pista que te devuelva de nuevo a casa. Árboles, más árboles.. tres o cuatro arbustos a cada lado de la acera, y ahí está de nuevo. Es el pequeño punto de luz que lleva siguiéndote desde que te perdiste donde no te puedes encontrar. No sabes lo que es.. pero te inspira cierta confianza, es como si cuidase de tí, como si alguien, desde aquella estrella, estuviese vigilando cada paso en falso que das hacía tu camino a ninguna parte. Lo miras pero no hace más que brillar, de la misma manera y con la misma luz e intensidad, en el mismo lugar en el horizonte. Después de unos minutos te obligas a dejarla de mirar, porque sigue siendo simplemente una estrella más que posiblemente hayas confundido una y otra vez con otra distinta, pensando que era la misma... sigues caminando. Una o dos horas pasaron ya desde que decidiste dejar de pensar, solo caminar. Cuando recobras tu consciencia, bueno, lo de recobrar es un decir, lentamente diriges tu cabeza y miras hacía la parte más baja del cielo un poco a la izquierda, no, un poco más, al centro.. ahí. Pero ¿sabes qué? No había nada. Por mucho que la buscas ya no la encuentras. En ese momento te das cuenta de lo importante que era la presencia de aquel punto de luz en tu camino. Te estás desesperando y piensas que no puedes controlar nada en tu interior en esos instantes. Te das la vuelta, corres, corres hacia atrás sin dejar de mirar aquel punto que tenías tan fijado en tu mente.. pero por más que recorres tus pasos sigue sin aparecer. Se ha ido, el punto ya no está. Cuando te das cuenta.. te quedas quieta, parada, te sientas en el suelo en medio de tu camino. De repente sientes que un escalofrío recorre tu costado, sientes frío, mucho frío. Te sientes sola. Esa sensación que te ayudaba a seguir tu camino, tan confortable igual que misteriosa había desaparecido sin previo aviso. Intentas seguir andando, te tambaleas.. Piensas que a lo mejor es hora ya de que te acostumbres a que no iba a estar siempre ahí, o que simplemente.. la habías estado confundiendo una y otra vez mientras seguías tus pasos hacia ninguna parte.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

never give up?


Y sucumbió todo al amor. Lo cambió todo. Al final terminó siendo verdad que cuando estás enamorado eres demasiado imbécil como para poder darte cuenta. No conocía nada más que esa sensación, que no la cambiaba por nada, entre otras cosas, porque no era capaz. Lo peor de acostumbrarse a algo es cuando lo tienes que dejar y no puedes. Cuando si lo intentas, lo vas a echar de menos. Y lo peor de todo es que lo sabes. Es como el tabaco(comounadroga). Sabes que el tabaco es malo, pero te gusta. Es malo y sigues fumando. ¿Por qué? Porque te gusta. Te gusta y no lo puedes evitar. Esto del amor es parecido. Tienes miedo de que todo se pueda estropear, de que nada sea como antes, como tu antes y que ya no haya más ahoras como el de hoy. Aún así sigues intentándolo. Aún y con todo sigues con la esperanza de que tú seas diferente, que no digo que no lo seas. Sabes que puedes morir en el intento y sigues intentándolo. Es esa maldita manía que tenemos los seres humanos de buscar el amor sobre todas las cosas, incluso aquellos que dicen que no les hace falta para ser feliz. Mienten. Todos esos que dicen que no necesitan amar y ser amados, desenamorarse para volverse a enamorar, todos, no se salva ni uno, mienten. Y no se les da demasiado bien.

martes, 27 de julio de 2010

Escalofrío


Miedo. Miedo de no volver a sentir. La sonrisa que solía curvarse en su cara había desaparecido ya hace tiempo. Cualquiera de las sonrisas que podías haberle visto esbozar, eran nada. Eran falsas, desde entonces nunca significaron algo más. Ya nunca significaron nada más. Cualquiera de las sensaciones, de los momentos, de las situaciones... no eran las mismas. Ya no. Sin querer que lo fuera todo era distinto. Era ese miedo. Ese maldito miedo a dejar de ser, a dejar de sentir para no volver a hacerlo nunca más. Para no volver a ser nunca más.
De dejar de lado todo lo que no le hiciese sentir como antes. De dejar de lado todo. Hacer un hueco en su mente para las cosas que ya no conseguían crear esa sensación que recorría su estomago, de la cabeza a los pies. Escalofrío. De hacer un hueco para todo. Trata de encontrar esa sensación que invadía tu cuerpo, que llenaba tu alma, que te hacía sonreír. Intenta lograr esa tímida sonrisa sin notar ese maldito vacío dentro de ti. Pero ya no está.

lunes, 26 de julio de 2010

Odio

Harta. Harta de mi. Harta de ti. Harta de él. Harta de ella. Harta de ellos, de ellas. Harta del mundo.
La sensación que tienes en el estomago en este preciso instante solo podría soliviantar con un puñetazo en el mismo. Fuerte y sin pensártelo dos veces. Ni siquiera una. Lástima que seas una cobarde y que no te atrevas a hacerlo. Correr. Saltar. Gritar, chillar, llorar para después sonreír de locura. Ganas de salir, salir corriendo, sola, allí donde no te pueda encontrar nadie. Donde no haya cobertura en tu puto teléfono móvil y el WIFI no tenga señal. Ganas de explotar, de estallar y de querer desaparecer y de que nadie se de cuenta. Querer decir todo lo que no puedes, quieres entender todo de lo que no eres capaz y quieres sacar de ti todo eso que no sabes como ha entrado. No sabes por saber, ni qué es. Ganas de que pase el tiempo. De que el tiempo deje las cosas en su lugar. De que tus cosas no tengan lugar. De que todo el mundo desaparezca. No, mejor de que TÚ misma desaparezcas. Dónde coño se compran esas capas de invisibilidad.



jueves, 1 de julio de 2010

so long goodbye


Habían pasado ya siglos. Ella caminaba con prisa, inmersa en su vida, su estrés, sus pensamientos y su poca cordura. Él caminaba lento, sosegado, concentrado en sus cosas.Todo había cambiado, tanto, que ese todo ya no se consideraba nada. Quizá fue el destino, o simplemente fue casualidad.. pero, ¿quién ha dicho que el destino no es casualidad?. Una palabra, corta e intensa pronunciada a espaldas bastó. Él sintió que era inconfundible. Esa voz no podía haberla olvidado. No esa. De repente, una oleada de recuerdos y sentimientos que creía ya olvidados se desataron dentro de su cuerpo. Fueron tan solo unos segundos, Ella esperó aunque se muriese por dentro. No se podía haber equivocado. Al fin se volvió hacia ella. Estaba claro. Tan claro que solo una mirada, esa mirada, sirvió para que se dieran cuenta de todo el tiempo que habían estado perdiendo.

miércoles, 9 de junio de 2010

like you're so perfect

Ese fue el punto en el que creyó que iba a explotar. Tal vez fue dichosa mezcla maldita cargada de sentimientos tan adversos, incontrolables y totalmente inexplicables que con la razón perdida a causa del amor podía atreverse a juzgar. O simplemente pudo ser la sensación de ese vacío reinante en lo más denso de su interior, acechante, amenazante, dispuesto a quedarse para no irse nunca más porque así lo dictaba aquella fuerza externa que ella muy bien conocía y la cual no conseguía arreglar. Intento tras intento. Caída tras caída. Intentó, cayó, intentó y de nuevo volvió a caer.
Parecía que la caída era el destino fatal que deparaba esta triste aunque una vez feliz historia de aquella vida, muerta sin ninguna gana aparente de volver a lucir con la luz que un día dichosos pueden ser los ojos que afirman que fueron capaces de ver...

martes, 25 de mayo de 2010

..and wonder what it'd be like to carry on

Lo que peor vas a sobrellevar son las fotos. Cuando pasas una época de tu vida y se presenta, de repente, otra nueva sin previo aviso, lo que peor llevarás es mirar hacía atrás, recordar como era todo antes y darte cuenta de todo lo que ahora no es así. Ahí es cuando miras las fotos... las malditas capturas de ese pasado tan cercano, tanto que podría ser mañana, pero que no lo va a ser. Que te hacen pensar, pensar, pensar, pensar y repensar todo lo que ha podido cambiar tu vida en apenas un chasquido sin que te diera tiempo a concederle tan siquiera el permiso para entrar. Las miras... las miras, las vuelves a mirar pero siguen sin moverse, porque solamente son eso, las fotos de ese momento de tu vida que cada día parece alejarse más y más, mientras tú sigues intentando recordar, para no olvidar que una vez pudiste llenar el vacío que no hace más que amenazar con ir a más.



miércoles, 19 de mayo de 2010

angie


Las lágrimas que simulaban deslizarse gota a gota por su rostro estaban secas. Secas porque no existían, porque se habían acabado. Ya no había más. Le había sido extremadamente difícil acostumbrarse a sacar la fuerza suficiente cada madrugada para poder sacar de su interior todo lo que una vez no tuvo que haber entrado, pero lo había conseguido. Por fin había conseguido acostumbrarse a no poder asumirlo. Lo que nunca fue capaz de imaginar es que fuera más duro sufrir sobre seco que sobre mojado.


martes, 11 de mayo de 2010

find my way back home


Aun sigo buscando esa palabra que con tan solo oirla haga estremecer cada minúscula parte de mí.
Aun sigo buscando esa frase, que me diga todo lo que estoy esperando oír y que nadie me dice.
Espero, sigo esperando ese suspiro, corto pero decisivo, que haga que me dé cuenta de que todo vuelve a ser como siempre, que nada ha cambiado, que la luna sigue girando en torno a nosotros.

Odio que me mires con esa cara que hace que piense que volcarías el mundo por mí si eso hiciese falta.


jueves, 29 de abril de 2010

revenge is sweeter than you ever were

Y ahí estabas tú. Disimulando que al pasar mi mirada no se choca con la tuya. Pretendiendo hacerme creer que el destino está decidido y que los ramos no están hechos de flores.
Esperando a que por casualidad, un atisbo de razón llegue a tu mente, para procesarlo, lentamente y con cuidado a ver si es que logras conducirlo a alguna parte. Indagando, indaga en lo hondo, en lo más profundo de la miseria de nuestra existencia en este mismo lugar, para intentar dar sentido a algo que ni siquiera tú eres capaz de creer cierto. La sobredosis que tengo de ti está haciendo de mí algo que no soy capaz de describir sin una copa de whisky.



martes, 20 de abril de 2010

flipante quien te ha visto y quién te ve


Es lo peor de todo.
Hacerlo, y también saber eso.
Saber lo otro también y saber que tampoco.
Y saber que no, pero no eso.

lunes, 19 de abril de 2010

Burn the evidence of my existence


Hoy ha sido la primera de muchas, pero será una sola de tantas.
Hoy ha sido una de esas veces que no te esperas, pero de las que aguardabas con tanta ansia.
Hoy y no ayer te has dado cuenta de lo mucho que no necesitabas oír todo lo que has tenido que leer, y de que te ha gustado hacerlo.
Hoy y solo hoy ha marcado el principio de ese fin que nunca viste empezar.